Problemas, conocimientos y soluciones en la actividad de ventas
¿Te aterran los problemas? ¿Procrastinas con la solución de los problemas? ¿Te haces el de la “vista gorda” con los problemas? Los problemas son parte de nuestra vida, forman parte importante de nuestro sistema de aprendizaje; no son más que la forma más simple que Dios utiliza para que aprendamos a competir con nosotros mismos: ser mejores en cada momento, ganándole a ese que fuimos ayer. ¿Qué es un problema? Es una desviación del desempeño respecto a un plan o una norma, o la presencia de un obstáculo. ¿Qué es lo que nos paraliza, cuando estamos frente a un problema? En la actividad de ventas se presentan muchos problemas. Si nuestra capacidad de solución es escasa, es natural que nos sintamos en peligro ante un álgido problema.
Cuando la complejidad parece ser la naturaleza del problema, se pone de manifiesto nuestro grado de incapacidad, quedan al desnudo nuestras falencias y deficiencias, y nos pone en evidencia. Ya te habrás dado cuenta del dicho bíblico: “no mires la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el propio.” Tenemos tantas debilidades e insuficiencias personales que quizás no nos alcance tiempo en esta vida para superar todas ellas, siendo así ocioso fijarse en las debilidades de los demás. Es mejor que utilices ese tiempo en identificar en ti mismo tus talentos y aptitudes; tomes consciencia de tu libertad de elegir; y tu capacidad de pensar. En los demás, descubre fortalezas y apréndelas; un practicante de la actividad de ventas, ejecutivo o vendedor, éste debe ser un hábito infaltable.
En la era de la información y el conocimiento en la que estamos viviendo, los equipos de ventas se clasifican según su capacidad de absorber, procesar y aprovechar información y convertirla en conocimiento. Lo que absorben depende de lo que logren entender los integrantes de la fuerza de ventas. Puesto que, uno es capaz de hacer cuanto le permite su saber, es importante que aprendamos a ver desde distintas perspectivas la actividad comercial y de ventas. La capacidad adquirida con el conocimiento nos libera, nos independiza del poder de los fenómenos comerciales, nos enseña a evitar sus efectos negativos y, cómo aprovecharlos. El conocimiento comercial se transforma en una fuerza poderosa para producir mejores resultados que, si no los tenemos.
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