¿Qué esperan los clientes de un vendedor?
Antiguamente, había la creencia que, a los
clientes les encantaba, y por eso le compraba, tratar con un vendedor
simpático, muy sociable, contador de historias amenas para lograr divertirlos. Esa
era la manera de obtener pedidos o, al menos, ver al cliente que quería oír “el
último chiste”.
Esos tiempos ya son historia. Hoy el cliente
dispone de una nueva herramienta poderosísima que es la web, mediante la cual
puede obtener muchos productos, sin la presencia del vendedor “contador de
chistes” que le quita tiempo productivo. El cliente ya no quiere oír chistes,
quiere oír soluciones a sus problemas, satisfacciones a sus necesidades.
Además, los compradores se han vuelto profesionales, muy exigentes, bastante
informados e instruidos. Ahora toman los negocios muy en serio.
También existían los vendedores conversadores
sobre deportes que gustaba el cliente. Pero, también eso es una pérdida de
tiempo que, no agrega valor para el cliente. Los clientes nos dicen hoy: “lo
que yo necesito es información precisa acerca de por qué debo adquirir tu
producto o servicio, y no los de la competencia”.
Había vendedores que mediante regalos o “ciertas
atenciones especiales” al cliente, pretendían y obtenían, de parte del
encargado de compras, una fuerte defensa de su producto ante la gerencia
general de la empresa cliente. La calidad de un producto o servicio y
especialmente la del vendedor, debe ser tal en todo momento que haga totalmente
innecesario para alguien defenderlo.
El sentido común nos dice que, debería ser
todo lo contrario. Un verdadero profesional de las ventas debe tratar que el
ejecutivo encargado de la compra de su producto quede tan, pero tan bien que,
reciba un reconocimiento dentro su empresa. Probablemente nadie reciba más
elogios en una empresa que la persona que se las arregla para localizar o
comprar un producto que se venda bien, reduzca el costo, sea más eficiente, o
necesite menos mantenimiento y sufre menos reparaciones, etc.
Los clientes que han sido inteligentes en sus
compras para haber logrado estos éxitos estarán no solo agradecidos con el
vendedor que les propuso el mejor producto, sino que estarán mejor dispuestos
hacia cualquier otra cosa que se les ofrezca posteriormente; así mismo, estarán
más dispuestos a darnos “clientes referidos”.
¿Cómo puede obtener este tipo de respuesta un
vendedor profesional, de parte de uno de sus clientes? La respuesta no radica
solamente en la capacidad de la empresa para fabricar productos o brindar servicios
de calidad. Las últimas investigaciones sobre las actitudes que muestran los
vendedores indican claramente que, la falta de un reto personal permanente es
la razón de que se resquebrajen las relaciones de ventas y por la misma razón
se pierdan clientes valiosos.
Si los vendedores no saben mantenerse en una
continua situación de reto, en relación con sus competencias (conocimientos,
habilidades y actitudes), su estilo de demostración o presentación de producto,
que incluya el énfasis en los beneficios que brinda el producto o servicio, no
habrá ningún progreso; esto los ahogará en su rutina y no lograrán sino que
desmejoren sus ingresos y luego desaparecer del medio. Exactamente lo contrario
con aquellos que en forma permanente mantengan un proceso de autoanálisis,
autocrítica y auto-desafío; pronto descubrirán dónde deben hace ajustes o
agregar algo.
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