Las ventas, en altas y bajas del mercado
Existen mercados, sectores industriales o
comerciales en los que, es un comportamiento común la manifestación de
trimestres de ventas altas como también trimestres de ventas bajas; en algunos
sectores, a esto se le conoce como sector de ventas estacionales. En la mayoría
de los casos, esto es conocido por todo sector económico, por cuanto se
presenta, con cierta frecuencia, cada cantidad de años.
Pero, ¿cuál es la causa de esta variabilidad
de las ventas que muestran ciertos mercados a lo largo de un año? Son varias,
dependiendo del sector económico en referencia. Algunos sectores económicos
están fuertemente ligados a lo que ocurre con la economía mundial,
específicamente con la tríada (US, Japón y Europa) como es el caso de nuestra
industria textil y confecciones; el precio de los minerales en el mercado
global, influye en nuestra minería y todos aquellos que son proveedores de este
sector.
En ambos ejemplos, como en cualquier otro que
muestra esta dependencia económica, se debe hacer un esfuerzo por descubrir y
conocer las causas o factores que influyen de manera desfavorable en el mercado
o sector en el que hacemos negocio.
Pero, nuestra empresa tiene que decidir a qué
grupo de clientes atender y con qué líneas de productos o servicios los
atenderá, de manera rentable. Para definir la asignación de recursos y
esfuerzos a determinada cartera de clientes, debe evaluarse su verdadero
potencial en cuanto a niveles de negocio que podrían llegarse a realizar con
cada uno de ellos. Estos clientes pueden ser los actuales así como los nuevos
en perspectiva.
Asociada a los ingresos y la rentabilidad que
puede significar cada cliente, hay ciertos riesgos que, necesariamente, se
tendrán que asumir y calcular. La pregunta obligada es, ¿los vendedores que
atienden, o atenderán esa cartera,
tienen identificados las amenazas y los riesgos que ellas significan? Un
vendedor tiene que hacer un esfuerzo inteligente por llegar a conocer amenazas
y riesgos, para darles respuesta que les permita avanzar hacia el logro de sus
objetivos, de lo contrario podrían sufrir decepción y frustración ante lo que
se enfrentan.
Pero, asumiendo el pensamiento chino o el de
Albert Einstein, debemos reconocer que, en toda situación de crisis siempre
existen oportunidades que tenemos que obligarnos en descubrir. El asunto aquí
es de enfoque; ¿cómo acostumbras ver un vaso que contiene la mitad de su
capacidad con agua, medio lleno o medio vacío? Si lo ves medio vacío, eres de
los vendedores que siempre estás concentrado en lo que no hay, en lo que te
falta, según tú, para lograr los resultados que se esperan de ti. Si lo ves
medio lleno, valorarás lo poco que tienes, pero tienes, y te esmerarás en
encontrar una manera creativa de combinar los pocos recursos de manera
original, que te conduzcan a tener éxito con buen desempeño.
Ahora bien, la naturaleza cíclica de todos
los mercados, porque así está organizado el ser humano, para vivir entre auges
y crisis, no es el problema; el gran problema para las empresas es si sus
vendedores tienen o no la capacidad suficiente para darle solución a los
problemas que se presentan durante una crisis o desaceleración de la economía.
¿A quiénes tenemos en el frente, en el mercado, allí donde se encuentran y se
definen realmente los resultados, a vendedores empíricos, espontáneos,
intuitivos, o a vendedores profesionales, que tienen conciencia de lo que
hacen, y actúan de manera racional y sistemática? Es necesario que tengamos la
respuesta.
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