Las prioridades y el tiempo en la gestión de ventas
Permítanme
sugerirles un ejercicio. Piense seriamente en las dos o tres cosas importantes
de su vida. ¿Cuáles son? ¿Reciben ellas el tiempo y la atención preferente que
realmente desea brindarles?
Si se ha demorado
demasiado para identificar las cosas importantes de su vida, piense en lo que
estará ocurriendo en su labor como ejecutivo de ventas, ¿le sucede lo mismo?
Quizá en este asunto radican los problemas que se tienen para obtener
resultados de alto rendimiento, que nos exige nuestra empresa. Es posible que,
no le hayamos prestado atención a priorizar ni al tiempo que eso demanda.
Mucho se ha escrito
sobre administración del tiempo, la literatura abunda al respecto porque, la
sociedad de organizaciones en la que vivimos nos exige producir más por unidad
de tiempo. Pero, resulta que, nadie puede administrar el tiempo; éste pasa
inexorablemente, lo utilicemos productivamente, o no. Sólo podemos auto
administrarnos, es decir, recurrir sólo a las variables y factores que
controlamos. Sin embargo, no podemos dejar de lado algunas herramientas que se
presentan en estos tratados sobre administración del tiempo, que pueden ayudar
a administrarse mejor a un ejecutivo de ventas.
Parece una verdad
de Perogrullo decir que, el registro
del tiempo es elemental para mejorar nuestra administración sobre las cosas que
controlamos, es verdad; empero, son pocos los ejecutivos que saben cómo
transcurre a diario su tiempo, simple y llanamente porque no hacen un registro
de su uso. Esto, lo puede hacer el mismo ejecutivo, anotando la hora en la que
empieza a hacer algo y, anotar la hora en la que la culmina; si no, podría
hacerlo la persona que nos asiste.
El ejecutivo de
ventas, luego de registrar el uso que hace diario del tiempo, debe clasificar los distintos tipos de tarea que ha ejecutado
durante el día. Por ejemplo, atender a clientes, por teléfono o personalmente
en la oficina; conversaciones individuales de trabajo con cada vendedor;
atender la correspondencia; intercambio de información y coordinación con otras
áreas de la empresa; reuniones con el jefe inmediato superior; comités de
gerencia, etc. Luego de clasificada, sume la cantidad de tiempo que absorbe
cada clase de tarea; luego, analice
las proporciones de tiempo que dedica a cada una.
Ya tiene una idea
clara del uso de su tiempo, en qué tipo de tareas lo hace y las cantidades que
asigna a cada una. Intente manejar el
uso del tiempo, determinando qué tareas son importantes (prioritarias) y cuales
no lo son. Priorizar, es la esencia de la organización personal y de la labor
ejecutiva. Esto no significa que, debe descuidar las otras actividades, sino
hacer algo por manejarlas mejor. Por ejemplo, el ejecutivo de ventas no puede
negarse a atender la llamada de un cliente importante que ha llamado para
contarle sus penas; pero tendrá que estar preparado para darle sabia atención.
Teniendo ya un
claro panorama del usos diario de su tiempo, porque lo ha registrado,
clasificado, analizado y manejado, que lo ha conducido a determinar qué es
importante, cuáles son las actividades que tienen prioridad; entonces, puede
hacer una consolidación del tiempo
que le queda disponible para dedicarlo a las tareas importantes. Es lo que
también se le ha llamado el tiempo
discrecional, el tiempo que queda libre para ejecutar las tareas que
realmente significarán una contribución. Puesto que el tiempo es un recurso que
no se puede comprar, tendrá que aprender a hacer un uso intensivo de él.
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