Pilares del desempeño de un ejecutivo de ventas
Aprender y practicar
principios. No es
ninguna novedad decir que los que empezamos a trabajar en el área de ventas, ya
sea como vendedor o ejecutivo a cargo de vendedores, lo hacemos de manera
empírica, sin tener conocimientos mínimos sobre este asunto; aún así la persona
tenga una carrera profesional, en ventas se es empírico. Se empieza con muchas
ganas que, algunos, poco a poco, la van perdiendo; quizá porque descubren que
realmente no les gustan las ventas. Sólo cuando a uno le gusta la venta, puede
tener un buen desempeño y desarrollarse en esta área. El gusto por las ventas,
hará que adquiramos conocimientos, principalmente principios y fundamentos, que
nos permitan obtener un alto rendimiento. Hacerse cargo de la única área de de
la empresa que genera ingresos, sin conocer los principios y fundamentos de las
ventas es, obviamente, una falta absoluta de responsabilidad; lo que también
será imitado por nuestros vendedores.
Comunicarse con lenguaje
positivo. Hoy, está
muy en boga la Programación Neuro Lingüística (PNL), la que nos dice que, la
riqueza o pobreza del lenguaje que poseemos, facilita o dificulta nuestro
aprendizaje; también nos enseña que, el lenguaje que usamos condiciona o
enmarca nuestra conducta. Es evidente que, necesitamos enriquecer nuestro
lenguaje y, en la medida de lo posible, que sea positivo; eliminar las
expresiones negativas. Nuestra comunicación, independientemente de la forma que
lo hagamos, debe construirse con símbolos, señales y signos positivos, que
induzcan a la otra persona (cliente o colaborador) a actuar en el sentido que
favorezca a ambos, que ambos se sientan satisfechos por la decisión que han
tomado en base a la comunicación que se ha efectuado. No olvidemos que,
comunicarse significa “doble vía”, no sólo de un individuo a otro. Cuando el
ejecutivo de ventas elabora un mensaje que será transmitido a través de un
canal, lo hace con la intención de modificar la conducta del receptor, ¿lo
logrará?
Actitud y sentimiento
positivo. El
ejecutivo, ya sea supervisor, jefe o gerente de ventas, es el creador del
ambiente dentro del cual trabajará toda la gente a su cargo; si el ambiente es
negativo habrá mucho conflicto, felonías, chismes, impidiendo de esta manera
que se lleve a cabo un verdadero trabajo en equipo, lo que resentirá los
resultados económicos que se esperan. La gente a nuestro cargo, no hace lo que
les decimos que hagan, sino lo que ellos ven que hacemos nosotros diariamente;
dicho de otra manera, tenemos que pregonar con el ejemplo; para pedirle a
nuestros vendedores que no juzguen ni critiquen a los demás, primero no debemos
hacerlo nosotros. Nuestra actitud, nuestra conducta observada, está guiada por
ciertos valores y tiene una fuerte carga emocional y afectiva; esto último
quiere decir que, nuestros sentimientos juegan un papel fundamental en las
decisiones que tomamos, ya sea cuando seleccionamos nuevos vendedores o cuando
elegimos un plan o estrategia a seguir.
Mejorar continuamente. Significa que, como ejecutivos de
ventas, tenemos que adquirir el hábito de aprender permanentemente, ¿por qué?
Porque el mercado, los clientes, la competencia, la demografía, la economía, lo
socio cultural, la política y lo legal, la tecnología, están cambiando
constantemente y no podemos quedarnos con nuestras viejas ideas y creencias al
respecto. En este sentido, tenemos que practicar la humildad, es decir, aceptar
que siempre habrá algo nuevo que aprender, de cualquier persona que nos rodee o
aparezca dentro del sistema de cosa en el que operamos a diario para lograr
resultados. La mejora continua, nos obliga a revisar no sólo nuestras ideas,
también normas y procedimientos internos, proceso de ventas, hábitos de
trabajo, uso del tiempo, herramientas de liderazgo y gerencia.
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