Lo que hace el vendedor, tiene su origen en alguna idea
Definitivamente,
la labor de ventas no apareció de manera súbita y espontánea dentro del
conjunto de las actividades humanas, que buscaban satisfacer su apetito
económico. Inicialmente fue el trueque, el intercambio de un bien producido por
determinado hombre, con el bien producido por otro hombre. La aún no presencia
del dinero, como medio de intercambio, hacía de la ponderación de los
beneficios percibidos en ambos bienes, una habilidad indispensable para realizar
el trueque sin temor a haberse equivocado. Cada hombre sabía el contenido de “trabajo”
que había en cada bien producido.
Poco
a poco, el volumen de intercambio vía trueque fue creciendo, y además se
incorporaban nuevos productos al mercado que, fue necesario incluir el dinero
como medio de intercambio, para realizar transacciones económicas de mayor
volumen en el mercado. Esta acumulación de actividad empírica de muchos y
variados productos y vendedores, fue confluyendo en el desarrollo de cierto
conocimiento de los fenómenos comerciales, llegando así a los conceptos y
principios de las ventas.
Una
vez adquirido los conocimientos sobre los principios que explicaban cierto
comportamiento de compra de los consumidores, algunos vendedores que iban
aplicando esos principios a su práctica diaria, adquirían experiencia que los
ponía por encima, en cuanto a resultados logrados, de los que seguían siendo
empíricos.
¿Cuál
es la diferencia entre un vendedor empírico y uno con experiencia? Ambos se
guían por ciertas ideas, creencias y paradigmas que tienen acerca de los
fenómenos comerciales y de sí mismos; esta es la parte en común. La diferencia
esencial está en que, las ideas del empírico no han sido probadas como
comportamiento constante del consumidor, independientemente de la época o lugar,
sólo son comprobaciones particulares de un vendedor. En el otro caso, es todo
lo contrario. Los principios no cambian, ni por la época ni por el lugar;
explican el comportamiento común que tienen los consumidores universalmente.
Por ejemplo, “la gente quiere comprar, no que le vendan”.
La
experiencia en ventas se adquiere cuando la práctica de un vendedor se lleva a
cabo aplicando principios. SI queremos tener experiencias en ventas, tenemos
que aplicar principios de las ventas; la experiencia no es un asunto de
cantidad de años haciendo lo mismo, como muchos creen equivocadamente. Yo, como
vendedor, puedo estar haciendo lo mismo que aprendí desde el primer día que
ingresa a la empresa.
Consecuencia
de esta práctica, empírica o guiada por principios de ventas, ¿qué tipo de
relaciones ha llegado a construir con los clientes que integran su cartera? Sin
temor a equivocarse, se puede afirmar que las relaciones construidas con los clientes
de manera empírica, se basa en lazos débiles, que en cualquier momento pueden
llegarse a romper. En cambio, las relaciones con los clientes que han sido
establecidas en base a principios de ventas, tiene lazos muy fuertes, a los que
hoy se ha dado en llamar “fidelidad de los clientes”. ¿Qué quiere usted como
vendedor, establecer lazos débiles o fuertes?
En
resumen, se construyó el concepto de vendedor después de acumular y analizar la
práctica de muchos hombres que se dedicaron y dedican al comercio; se expone,
se representa, se afianza y se justifica como revelación real de “la labor o
actividad de intercambio en el mercado de ciertos individuos”. En este proceso,
los vendedores han ido construyendo relaciones, de lazos débiles o fuertes,
creadas sólo por los vendedores activos en su diario desempeño comercial.
Comentarios