Cogiendo las riendas del crecimiento en ventas
¿Qué significa que un equipo de ventas nos
diga, “no podemos”? Significa “no esta en capacidad” de lograrlo. Si no está en
capacidad, es porque no ha hecho nada para desarrollarla. Si es así, su
estrategia de ventas y su liderazgo no tienen ningún sentido.
Valide
su estrategia.
Es necesario evaluar sus objetivos y metas estratégicas con enfoque crítico. Pregúntese:
¿estamos obteniendo logros? Hay empresas que vienen creciendo, por ejemplo, 20%
anualmente, en los últimos diez años. Si usted les pregunta, ¿por qué sólo 20%,
por qué no 30%? No tienen respuesta, les parece que es un crecimiento razonable
y bueno. Los pone en aprieto si usted luego les pregunta: ¿qué necesitan para
crecer 50%? Los crecimientos planteados deben ir a tono con las capacidades
internas, con que los integrantes del equipo hayan adoptado el comportamiento
que exige el crecimiento que está mostrando el mercado.
Asuma
el liderazgo.
Todo ejecutivo que se siente aturdido porque le falta tiempo, que siente que no
está aprovechando oportunidades de mercado, porque tiene que dedicar tiempo a
problemas operativos, eso se debe a que el ejecutivo no se ha preocupado por
desarrollar a su personal y no tiene a quién delegar. Sea supervisor, jefe o
gerente de ventas sigue acaparando gran cantidad de las decisiones, y eso lo va
a convertir en el verdadero cuello de botella de su crecimiento. Tiene que
poner las barbas en remojo y dedicarse a desarrollar personal, o de lo
contrario pensar en contratar de afuera.
Si de verdad ha contratado gente capaz no
espere que sea gente que sigue órdenes. Esta es gente con la que usted tiene
que compartir los objetivos y metas estratégicas y dejar que las logren. No
dejará de controlar, pero debe cambiar su paradigma. Cuando el ejecutivo no
tiene una segunda línea pensante, piensa: “nada se hace sin mi consentimiento”.
Con una segunda línea de control, dice: “usted haga, yo miraré el resultado”,
lo que significa que a cada vendedor debe comunicarle los indicadores que están
ligados a los objetivos del departamento.
Seleccione
sus indicadores.
Tiene que prestar más atención a su sistema de indicadores, su presupuesto y
las encuestas de satisfacción de clientes. Es recomendable que trabaje con
algunos reportes básicos que deben revisarse frecuentemente; ¿con qué
frecuencia?, eso dependerá de la naturaleza del negocio y el sistema de ventas.
Los vendedores necesitan este tipo de información y retroalimentación.
Si antes de lanzarse a la conquista de los
clientes potenciales, la fuerza de ventas ha sido informada de en base a qué
(indicadores considerados y presupuesto al que deben sujetarse) y cómo se les
evaluará (considerando las encuestas de satisfacción de clientes), sabrán
discernir qué camino seguir o qué estrategia los guiará de manera eficaz hacia
el logro de los objetivos y cuotas de ventas planteados.
Evalúe
la capacidad de su equipo. Antes de contratar nuevos integrantes externos para su
equipo, busque el talento que tiene dentro de la empresa. Hay que invertir en
el personal. El conocimiento, la imaginación y la inteligencia no sirven de
nada si es que no se sabe convertirlas en resultados. La capacitación puede
ayudar a adquirir mayor conocimiento; la imaginación y la inteligencia es algo
que viene con la gente, no se puede comprar. No deje de evaluar permanentemente
a su equipo completo de vendedores e incúlqueles el reto de descubrir nuevas
formas de hacer las cosas. Esto es lo que finalmente mantiene innovadora a la
empresa.
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