La venta basada en la calidad
John Fraser-Robinson, en su libro “El
marketing de calidad total”, dice: “Actuar en calidad, para los que se dedican
a las ventas, es una tarea de gigantes. La venta ha sido orientada de forma
cuantitativa desde el principio de los tiempos. Más aún, en los últimos 40
años, ha estado obsesionada por la cantidad. Esta obsesión ha conducido a unas
prácticas y a unas normas de muy difícil justificación”. ¿Cuáles principios
aprender de la calidad y aplicarlos a las ventas para superar esa “obsesión por
la cantidad”? Son cinco.
1. Orientación hacia el cliente. Recordemos
lo que dice Peter Drucker al respecto, que los resultados se encuentran fuera
de la empresa, en el mercado, donde se encuentran los clientes que demandan
determinado producto o servicio; dentro de la empresa no existen resultados,
sólo costos. Entonces, los clientes son la razón de ser de la empresa; los
clientes plantean las prioridades.
2. Decisiones en base a los hechos. El
vendedor no debe partir de supuestos, prejuicios, creencias e ideas que tienen
como origen su ego, hábitos y conocimientos; tiene que partir de una investigación
o estudio de mercado; el vendedor, tiene que ejecutar una investigación o
estudio personal en el o los territorios que se le han asignado. Tiene que
llegar a conocer en profundidad su territorio y los clientes reales y
potenciales que lo integran. La cantidad y calidad de información que recabe,
será crucial para su futuro desempeño.
3. Orientación hacia los procesos. Los
resultados en ventas no se obtienen luego de aplicar una técnica de ventas; no
se puede negar que siempre se podrá conseguir alguna venta aplicando aquellas.
Los resultados de alto rendimiento se obtienen siguiendo un proceso previamente
diseñado, conformado por una serie de actividades, cada una con
determinado propósito. Lo que queda
claro para el vendedor con esta orientación es que, no debe ejecutar ninguna
actividad que no tenga un propósito definido.
4. Mejora continua. Que no es otra forma de
decir, aprendizaje permanente, ¿aprendizaje de qué? De más principios de
ventas; en la medida que aprendemos más principios de ventas, nos damos cuenta
de la forma limitada con la que estamos desarrollando nuestra actividad de
ventas. Al lado de comprender la forma “equivocada”, también entendemos lo que
tenemos que mejorar para seguir actuando acorde a los requerimientos de los
clientes reales, y potenciales que queremos conquistar. ¿Por qué tenemos que
mejorar continuamente? Porque cambian los hábitos de compra y consumo de los
clientes, la forma de actividad de la competencia, los valores de los
consumidores en general, etc.
5. Participación de todos. Los vendedores
tienen que aprender a ver su empresa como “un equipo de equipos”; el área de
ventas es un equipo que pertenece a un equipo mayor que es la empresa.
Entonces, no hay que estar en conflicto con otras áreas de nuestra empresa sino
todo lo contrario, coordinar y armonizar nuestra actividad con ellas porque de
eso depende que podamos cumplir los compromisos asumidos con nuestros clientes.
Por ejemplo, el tiempo de entrega depende de despacho y transporte; verificar
si un cliente califica o no para un crédito, depende de finanzas, etc.
Entonces, la venta de calidad sólo se puede
practicar si, el vendedor tiene presente que, el cliente plantea la prioridad,
que debe conseguir abundante información sobre sus clientes, debe definir su
proceso de ventas, mejorar continuamente dicho proceso y sentirse parte de un
equipo que, a su vez, pertenece a un equipo mayor: su empresa.
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