Todo parte de los conceptos que se tiene sobre ventas
¿Qué
idea se tiene sobre los vendedores? ¿Son considerados con la importancia que realmente
tienen? ¿Cuál es la calidad del equipo de ventas de la empresa? ¿Cómo se procede
cuando se decide capacitarla?
Muchos
gerentes generales, de recursos humanos o de ventas, tienen un concepto
bastante negativo y limitante respecto a la fuerza de ventas de la empresa. Quizás
esto se deba a que, la selección y reclutamiento de los mismos no es lo más
adecuado, porque se procede muy a la ligera sin usar las herramientas que
permitan identificar a las personas que tienen aptitud y actitud para las
ventas. O, se considera que debe entrar uno “baratito no más”, y luego se le
cultiva. Esta idea está equivocada; persona contratada para cualquier puesto,
incluido el de ventas, entra ya con el carácter formado, y nadie lo puede
cambiar.
Esta
forma de pensar respecto a los vendedores deja de lado que, la actividad de ventas
es la única función de la empresa que genera ingresos, no hay otra, así otra
área esté conformada por genios. Entonces, considerando la importancia que
tiene el área de ventas, no debería ingresar cualquiera a desempeñar esta
función. Se necesita gente que haga un buen uso de su proceso de pensar, ¿por
qué? Porque la venta es un trabajo mental, no manual, y lo que se necesita es
gente con capacidad para analizar situaciones, sacar conclusiones, elaborar
alternativas de acción y actuar en correspondencia.
En
tal sentido, cada cierto tiempo hay que evaluar la calidad de los vendedores
que integran la fuerza de ventas. Los conocimientos son lo que más rápidamente
se vuelve obsoleto; entonces, la capacitación (actualización) debe ser
permanente; hay que “afilar” el hacha para seguir derribando árboles con rapidez.
Así
es como, en este panorama algo extraño sobre lo que significan los vendedores,
se conversa y contrata a un capacitador, de quien se cree viene con una varita
mágica para cambiar la “naturaleza” actual de sus vendedores. Se considera que,
en un curso de fin de semana, se logrará la metamorfosis de toda la fuerza de
ventas (¡para eso se está pagando!), sin tener presente que, los vicios y malos
hábitos se han formado a través del tiempo en el que se les consintió esas
prácticas que ahora se quieren extirpar de golpe.
Es
más, no se toma en cuenta el papel que juega el jefe en el desempeño de los
vendedores. Muchas veces, el pobre desempeño de la fuerza de ventas es producto
de una deficiente gestión del equipo y de un aberrante estilo de liderazgo,
tipo feroz capataz o arreador de ganado. La responsabilidad siempre será del ejecutivo
a cargo, no de los vendedores; éstos necesitan la permanente orientación, guía
y apoyo de su jefe. La pregunta que debe hacerse el mismo vendedor: ¿estoy
ubicado en el territorio, o tengo a mi cargo la cartera de clientes, para el
cual tengo los conocimientos, las habilidades y actitudes exigidas? Si tu jefe
no sabe ser jefe, no debes quejarte ni reclamar, sólo atina a cubrir ese vacío
que él deja, con tu propio esfuerzo; no dejes que otro tome las riendas de tu
destino profesional.
Entonces,
se empieza mal la capacitación; porque ni la misma empresa confía en la calidad
de su fuerza de ventas, ni pone atención en la forma en la que se les está
gestionando y liderando. Lo que finalmente significa que, en la empresa no se
ha tomado consciencia de lo que verdaderamente significa la fuerza de ventas.
Todo es producto o consecuencia del concepto que se tiene de área de ventas.
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