Homogeneidad y conciencia en el equipo de ventas
En
el anterior artículo que escribí, se hace mención de dos vendedores que
trabajan en la misma empresa, en el mismo equipo de ventas, y, sin embargo,
actúan y se desempeñan de manera distinta. ¿Tiene algo que ver esto con el rol
del ejecutivo de ventas a cargo del equipo, o es un asunto sin importancia que
se puede dejar pasar? Revisemos la función del ejecutivo, especialmente, lo concerniente
a la relación ejecutivo-vendedores.
Hay
muchas historias creadas y un estereotipo sui géneris sobre el ejecutivo de
ventas, que han sido bastante difundidas en este maravilloso campo de las ventas.
Algunas de estas historias hacen pensar a muchos lo divertido y fácil que es el
mundo de las ventas, sin tener idea de las dificultades y complejidad inherente
a las mismas. En tal sentido, el ejecutivo de ventas, ¿es una persona autónoma
e independiente, o el equipo de ventas a su cargo lo tiene a él como
responsable de sus resultados, por ser una persona supuestamente especialista
en el asunto?
El
problema es muy complejo por la cantidad de prejuicios que se han construido y
tomado como ciertos, respecto a su “libertad irrestricta” para lograr los
resultados esperados. Los prejuicios existentes en esta labor, hacen pensar, por
ejemplo que, la venta y la gestión de la misma son pura intuición, habilidad y
maña; que no es necesario profesionalizarse con la adquisición de principios y
herramientas conceptuales sobre las ventas y su dirección. La supuesta “libertad
irrestricta”, hace pensar cómodamente a muchos que, el asunto es lograr la
cuota, la meta o el objetivo establecido a como dé lugar; se llega a pensar
algo así como, “el fin justifica los medios”.
Esta
idea equivocada estaría señalando que, el ejecutivo de ventas no sabe
distinguir entre lo que se hace “por” el cliente y lo que se hace “para” el
cliente. Si el ejecutivo está confundido al respecto, con mayor razón lo estarán
sus vendedores. No se tiene claridad en cuanto a que, como parte del área
comercial, ventas debe partir de los requerimientos del cliente para establecer
lo que vende y cómo lo vende.
Todo
equipo de ventas, encargado de generar los ingresos de la empresa (ventas es la
única función de la empresa que los genera), lo tiene a su cargo un ejecutivo
que lo dirige y, como parte importante de esa dirección, le debe dar homogeneidad y conciencia al accionar de todos los vendedores que lo integran, no
sólo en el aspecto técnico (conocimiento profundo del producto que se
comercializa), sino también en el económico (liquidez y rentabilidad que
generan algunos productos).
Debe
darle homogeneidad en el sentido de
lograr que toda la fuerza de ventas actúe de manera unificada, acorde a las
políticas, normas y reglas comerciales vigentes en la empresa; teniendo al
objetivo comercial como faro encendido que les indica a dónde deben llegar. Si
hay diferencias significativas en el desempeño y resultados entre los
vendedores (como se mencionó en el artículo anterior) probablemente se debe a
que hay ausencia o desconocimiento de las políticas comerciales.
Para
darle conciencia al accionar, es
necesario verificar el nivel y grado de formación, capacitación y entrenamiento
de la fuerza de ventas. Por ejemplo, hay que verificar que la fuerza de ventas
en su conjunto, tienen conocimiento del proceso de ventas que fue establecido
luego de un análisis en el que participaron los vendedores. Además, todos los
vendedores saben qué actividades se ejecutan en cada paso o etapa del proceso y
por qué se ejecutan. Cuando se tiene conciencia de lo que se hace, hay claridad
de la intención de cada uno de los actos de ventas: que los acerque al
objetivo; de lo contrario es un acto-desperdicio.
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