El aspecto conductual de la venta
¿Recuerda su estado de ánimo, su disposición,
su sensibilidad, sus reacciones, sus enojos, su alegría o tristeza, su fuerza
de voluntad, su carácter, etc., que se pone de manifiesto cuando usted se
encuentra en situación de ventas? Todo lo anteriormente mencionado son expresiones
del aspecto conductual de la actividad de ventas. Podríamos agregarle a ello su
“umbral de frustración”, cuando recibe un “no” rotundo de un cliente por el que
apostó todo, porque se sentía usted seguro de lograr el cierre de la venta. Usted
se pone a pensar: cuánto tiempo, cuantos recursos dediqué, cuántas discusiones
con mi jefe por este cliente; y, fue para nada; ¿qué pasó, faltó inteligencia
emocional?
Somos vendedores “naturales” desde el día en
que nacimos. Recuerde cómo de niño logró que su padre le compre lo que usted
deseaba tener. O, aquella vez que logró que su maestro le suba la baja nota que
había sacado en el examen de matemáticas. Todos los seres humanos vendemos a
diario; el asunto es que lo hacemos por intuición, no lo hacemos de forma
racional ni sistemática; debemos tomar consciencia que, nuestro éxito en la
actividad comercial y en la vida en general, depende en gran medida de la
capacidad que hayamos desarrollado para vendernos a nosotros mismos, a nuestra
empresa, nuestros productos y servicios, ideas y proyectos a los demás. Y, eso,
no se logra con pura técnicas; nuestra parte emocional-afectiva, reconoce
rápidamente cuando nos están aplicando alguna técnica manipuladora.
Reconozcamos, entonces, que la venta tiene un
fuerte componente conductual, dentro de lo cual, como acabamos de ver, hay
muchos elementos en juego. Pero, hay dos componentes que destacan nítidamente: 1)
la capacidad de persuasión, que debe tener usted como vendedor, y 2) la motivación
del comprador, que usted debe llegar a conocer para cerrar una venta. Nuestra
capacidad de persuadir al comprador, sólo será realidad cuando hayamos llegado
a conocer lo que motiva la conducta del comprador; de lo contrario, usted se
verá obligado a manipular o mentir para lograr su cometido. ¿Qué pasará en el
mediano y largo plazo si practica esta última conducta?
No es extraño decir que, todo lo que asume el
ser humano, principalmente en las ventas, busca hacerlo liderando las distintas
situaciones en las que se encuentre. Pero, el liderazgo supone persuasión. La
capacidad para tratar con las personas es la base del liderazgo. Gerentes,
jefes, supervisores de ventas, vendedores, continuamente se ven frente a la
necesidad de no entrar en conflicto, sino saber armonizar con los demás; es
decir, tratar bien con las personas, porque a través de ellas tiene que
conseguir resultados. Esta capacidad de armonizar con las personas es apenas un
poco más que el arte de vender. Los grandes líderes son grandes vendedores.
Es probable que usted aspire a lograr un
liderazgo en alguna área o, a cierta posición, y puede lograrlo si aprende el
arte de tratar a las personas: de venderles ideas. Un líder es tal, sólo si
tiene seguidores; la tarea principal consiste en persuadirlos a que hagan lo
que él quiere. ¿Cómo anda su capacidad de persuasión?
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