Dirigiendo con el freno de mano puesto
Cuando uno como
consultor, conversa con un ejecutivo comercial que esta pasando por graves
problemas, porque la generación de ingresos de la empresa ha sufrido una merma
significativa, en momentos en que la empresa está pagando mensualmente una
deuda que adquirió porque invirtió para aumentar la capacidad de producción, el
ejecutivo atina, principalmente, a decirle al consultor: “las ventas han bajado
a niveles de infarto; tienes que ayudarnos a mejorar esta situación”.
Escuchar: “hay una
baja considerable en las ventas”, no
dice nada que nos ayude a visualizar solución, que es lo que interesa. Obviamente,
es un problema, pero por su amplitud y generalidad no es posible abordarse a
través de un plan viable. Un nivel de problema planteado a ese grado de
amplitud puede tener múltiples causas.
Acompañando la
afirmación anterior, de repente agrega el ejecutivo: “estamos sufriendo pérdida
de clientes”. Si bien esta afirmación tiene un nivel de generalidad menor, aun
puede ser originado por diversas causas.
Como el consultor
es un profesional en su trabajo, con preguntas inteligentemente elaboradas,
logra que el ejecutivo comercial le haga otra afirmación interesante: “Tenemos,
en verdad, vendedores toma pedidos; muchos clientes se han quejado de que no
aportan solución a los problemas que ellos tienen”. El grado de concreción es
mayor. Algunas causas de esta situación pueden corresponder a factores relacionados
con el nivel de capacitación del recurso humano, específicamente, del área
comercial.
Cuando los
vendedores no tienen a la cabeza un ejecutivo líder es bastante probable que
sean individuos poco informados, con escaso conocimiento y, obviamente no están
al tanto de lo que significa la estrategia comercial y cómo ejecutarla. Cuando
el equipo de ventas se encuentra en estas condiciones, se dice que el equipo de
ventas está funcionando, de manera similar,
como cuando se conduce un auto con los frenos de mano puestos.
La ejecución estará
alineada a la estrategia de ventas si, el que la ha elaborado se pone en la
vanguardia, y si se ha percatado que los vendedores han entendido y comprendido
la estrategia. Recordemos que, cuando los vendedores se encuentran con alguna
situación difícil, el ejecutivo está demasiado lejos para decirle qué debe hacer
en ese momento, momento que significa la oportunidad de cerrar negocios.
Estamos conduciendo
un auto con los frenos de mano puestos, cuando nuestros vendedores no saben qué
hacer y cómo hacerlo; no han sido formados o capacitados para tal ejecución.
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