Aprendizaje y productividad en ventas
¿De dónde nace la idea o creencia de que,
todas las cosas del mundo en el que
vivimos, incluido nuestro trabajo, nos lo tienen que enseñar? ¿Por qué no
consideramos que todo lo tenemos que aprender, como parte del esfuerzo que
tenemos que hacer para “comer el pan” de cada día?
Es un prejuicio pensar que los cursos de
formación o capacitación sobre ventas, nos tienen que enseñar a vender; algo
así como si creyésemos que la lógica nos enseña a pensar.
Los cursos sobre ventas tratan o estudian los
procesos que deben seguirse para lograr que los clientes compren lo que les
estamos ofreciendo. Esto significa que, estamos partiendo de un principio: “la
gente quiere comprar, no que les vendan”
La actividad de ventas, la profesión de
ventas, tiene sus propios principios, no los toma prestados de otra disciplina
como la “oratoria”, por ejemplo. En base al conocimiento de los principios se
elaboran los procesos, se definen herramientas y técnicas. Entonces, parte de
nuestro aprendizaje permanente debe contemplar los principios sobre ventas; en
esto debe consistir la capacitación.
En el aprendizaje sobre los fenómenos
comerciales y la actividad de ventas en particular, se aplica el mismo
movimiento del método científico, aplicado a otras profesiones: del
desconocimiento al conocimiento. Hay todo un recorrido que tenemos que hacer;
algo así como cuando queremos llegar a un enésimo piso de un edificio, no lo
podemos hacer de golpe, tenemos que pasar por los pisos intermedios, ya sea por
ascensor o por escaleras.
Tendrá futuro promisorio un vendedor si es
que, desde un principio, muestra un genuino interés por conocer los fenómenos
comerciales, principalmente, los relacionados con la actividad de ventas. Si no
mostramos ese interés desde un inicio, es muy difícil, casi imposible, que
lleguemos a practicar la venta de manera profesional.
Profesional significa entender y comprender
los fenómenos. Si queremos practicar las ventas como una profesión, debemos
entender la modalidad actual con la que hemos empezado, o la que estamos
utilizando actualmente; y, comprender los cambios o mejoras que debemos hacer
para mantener nuestro proceso alineado a las cambiantes exigencias de los
clientes.
El equipo de ventas de cierta empresa que
recibe una sostenida y constante capacitación hace posible el desarrollo de
capacidad productiva en ventas, lo que a su vez se traduce en mayor capacidad
competitiva para la empresa. La productividad, en las áreas de administración y
ventas, se logra mediante la efectividad, la que a su vez exige un buen manejo
de la captación y uso de la información. La producción mental se da como
consecuencia de la información y conocimientos adquiridos.
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