¿Cuánta información procesas en ventas?
Desde comienzos de la década del 90, se está
viendo competir sistemas de ventas antiguos versus sistemas de ventas modernos.
Está sucediendo algo así como la coexistencia de sistemas analógicos con
sistemas digitales.
Los sistemas de ventas modernos, tipo
digitales, han demostrado ser muy superiores y eficaces. Equipos de venta
atrincherados en sistemas de ventas tipo analógicos han sido y son simplemente
superados en su capacidad de lograr resultados cuando se enfrentan con sistemas
de ventas modernos, basados en la información, el conocimiento y un mayor uso
de la inteligencia.
Pese a las pruebas contundentes de que algo
radicalmente nuevo esta sucediendo en política, economía y en la actividad
competitiva y empresarial, todavía es notablemente escasa la apreciación del
carácter crucial de la era de la información y el conocimiento; aún no la reconocemos,
dudamos de su presencia y efectos en la obtención de resultados empresariales.
Esta persistencia en continuar usando
sistemas de ventas anticuados, ha mantenido atrapados a muchos equipos de
ventas en la confusión, la frustración y la depresión. No han podido entender
por qué se han rezagado, por qué han pedido participación de mercado, por qué
han perdido la preferencia de muchos de sus clientes.
Sin el concepto del sistema de ventas basado
en la información no hay manera de hacer un diagnóstico que nos proporcione una
explicación a la confusión y la frustración propia de los sistemas de ventas
anticuados.
Se afirma con mucha frecuencia que, no existe
lenguaje para comunicar los problemas actuales con que nos enfrentamos, ni
visión para bosquejar el futuro por el que deberíamos pugnar, ni programa que
contribuya a acelerar y facilitar ese futuro deseado.
En mi opinión, la esencia de nuestro lenguaje
es emocional-afectiva, lo que nos empuja a hacer un mayor uso de los
sentimientos para vender; algunos vendedores afirman muy convencidos: “hay que
llegarle al bobo (corazón) al cliente para lograr que nos compre”. En las
capacitaciones esto se manifiesta como una exigencia de “motivación” y
“diversión”, sino el curso y el expositor es aburrido y no sirve de nada.
Hay una notable diferencia con las lenguas
Anglo-Sajonas; su esencia es lógica-racional; cuando ellos hablan (lo que previamente
han pensado) consideran en todo momento conceptos como: posibilidad, deber, condición
necesaria, propósito, causa y consecuencias. ¿Podemos mejorar nuestra forma de
vender haciendo un mejor uso de nuestro lenguaje? Claro que sí; es cuestión de
enriquecer el nuestro, haciendo un cruzamiento de nuestro idioma con el de los
Anglo-Sajones. Por eso ahora a todos los cursos y temas de capacitación, le
anteponen el concepto “neuro”. ¿Pega,
no?
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