A la velocidad, agrégale aceleración



Veía y escuchaba por TV Cable, hace unos días, un programa interesante sobre el proceso de avance de la humanidad, en cuanto a inventos se refiere; el expositor hacía su análisis a partir del año 1,500 hasta el 1,600. Decía que, en ese período los avances o descubrimientos de cosas nuevas, se daba cada cuatro años. Así, llega hasta el período entre 1,900 y 2,000, afirmando que los avances se dieron en promedio cada ocho meses. En lo que va de los primeros años del 2,000, los descubrimientos e inventos de nuevos productos se está dando cada ocho días y que al 2,020 se iban a dar cada cuatro días; y, que con esta tendencia del avance que está mostrando la ciencia y la tecnología íbamos a llegar muy pronto a los avances ¡cada cuatro horas!

Pónganse a pensar en esta “nueva realidad” a nivel de exigencia individual y profesional, principalmente en la actividad comercial. ¿Podremos estar en algún momento quietos, viendo que todos los días ya no van a ser tan iguales como nos parecían antes? La vida laboral, particularmente la comercial, se está pareciendo mucho a una competencia de ciclismo de meta infinita: si paras de pedalear dejas de avanzar y al final te caes, y los demás pasarán encima tuyo. Si no practicas el aprendizaje permanente, la actualización constante, los vendedores de la competencia te superarán sin compasión. En esta nueva situación competitiva no podemos darnos el lujo de tener un desempeño lento y vacilante, para adaptarnos y/o responder al cambio. Los mercados se mueven hoy muy rápidamente. Tenemos que aprender a descubrir rápidamente oportunidades nuevas dentro de esos cambios y saber cómo explotarlas.


¿Qué significa esto para los integrantes de equipos comerciales y de ventas? Necesitamos aprender de modo sistemático, ya no empírico, a responder o a recuperarnos (resiliencia) de las amenazas y golpes del mercado; contar con amplios recursos blandos, como conocimientos, inteligencia, habilidades, imaginación e inteligencia emocional. Saber utilizar y explotar al máximo lo que se posee, hacer un uso intensivo de los recursos que poseemos para conseguir nuestros objetivos. Y, sobre todo, no puede faltar la capacidad de innovación; eso hará que usted pueda plantear la diferencia que nos hace tanta falta.

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