Afectados por el cambio


En los últimos veinte años, se ha visto cómo las empresas han llegado a decisiones y prácticas extremas, principalmente reduciendo su personal, algunas a la mitad, con el afán de reducir costos y gastos y “aligerar la carga”, haciendo un mayor uso de la tercería. Estos cambios que han creado una situación bastante incómoda para los que quedaron, ha afectado a tantos individuos que usted, en el lugar donde se encuentre, estira la mano y agarra uno. ¿Quién puede detener los cambios? ¿Quién puede alterar o modificar la tendencia? ¿Valdrá la pena hacerlo?

El ejecutivo o colaborador del área comercial que se mantuvo en la empresa, por la capacidad y responsabilidad reconocida por su empleador, está exigido a producir el doble con la mitad de personal que quedó y en la mitad de tiempo para hacerlo. Cuando la empresa contrata nuevo personal, en reemplazo de algunos que fueron despedidos por no estar preparados para las nuevas amenazas, o porque emocional y anímicamente ya estaban “partidos”, ¿toma en cuenta que quien ingrese debe tener capacidad para producir el doble en la mitad de tiempo, o siguen guiándose por el concepto de uno “baratito no más”?


El ejecutivo o colaborador que ha logrado sobrevivir, a tiempo, se dio cuenta que tenía que aprender rápidamente a ser mejor practicante de su profesión o aprender una nueva actividad. Estos ejecutivos y empleados, además, tienen que satisfacer a una alta dirección que, a su vez, no siempre sabe lo que quiere y hacia dónde se dirigen. ¿Qué hace usted para satisfacer a su empleador o a la alta dirección de la empresa? ¿Actúa teniendo sólo presente las exigencias de la empresa, porque ella es la que le paga a usted mensualmente, o parte de  los problemas y necesidades de sus clientes, conjugándolos con los objetivos de la empresa? Si usted realmente piensa en el futuro de su empres y el suyo, hará lo segundo.

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