¿Qué tipo de vendedor eres, reactivo o de respuestas?
¿Vendedor reactivo
o de respuestas? ¿Con qué se relaciona, qué significa? Recordemos, primero, en
qué se basa el trabajo de ventas. Predominantemente, la actividad de ventas es
una labor mental, no manual; es decir, el vendedor no es un obrero ni
futbolista. El éxito en su labor depende mucho más del buen uso que haga de su
proceso de pensar. Equivocadamente, muchos creen que el pensar es de ociosos. .
Pensar no es una excusa para no hacer, sino un modo de hacer las cosas mejor.
Existe el tipo de pensamiento automático,
de pura reacciones a estímulos externos; finalmente, se vuelve rutinario. Pero
existe también una clase diferente de pensamiento que es mucho más deliberado y
exige mayor concentración; este es el tipo de pensamiento que se usa para hacer
las cosas mejor, no sólo para encararlas y resolverlas al paso.
El vendedor
reactivo es el que hace uso, en la mayoría de los casos, del pensamiento
automático; se basa en la dualidad acción (del comprador) – reacción (del
vendedor). Como puede apreciarse, cuando el vendedor hace uso de este tipo de
pensamiento, sólo le puede funcionar cuando hay algo ante qué reaccionar, o
ante que oponerse. Imagínense a un vendedor ante un cliente que le ha hecho una
severa objeción al producto/servicio que le está ofreciendo; el vendedor
reacciona refutando la objeción, apelando a una serie de técnicas sobre “cómo
manejar objeciones” que tiene grabadas en su memoria, que fueron aprendidas en
un curso sobre “técnicas de ventas”. En este curso aprendió técnicas sobre cómo
presentarse, cómo manejar objeciones, cómo manejar clientes difíciles, cómo cerrar
una venta, etc. Aprendió las técnicas de forma aislada: cómo esto, cómo aquello.
El vendedor de
respuestas es el que hace uso, principalmente, del pensamiento deliberado; es
el pensamiento que se basa en la investigación y la información sobre las
reales necesidades o problemas recurrentes del cliente; mediante aquella elabora
propuestas de solución desde una posición objetiva y neutral. Para practicar este
modo de pensar, el vendedor debe mirar de un modo amplio, general; lo cual es muy
diferente del mero reaccionar a las objeciones a medida que van apareciendo.
Este vendedor también recibió formación sobre técnicas de ventas; pero tan
pronto cuando terminó su curso o taller, se dio cuenta rápidamente que debería
hacer mucho más que reaccionar. Entendió que necesita iniciativa, planes y
acción; esto sólo lo puede ejecutar siguiendo un proceso de ventas, no técnicas
aisladas; y, sabe que no obtendrá esto a partir del pensamiento reactivo.
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