La transacción comercial y su dialéctica
El vendedor y el
cliente, son dos aspectos opuestos o contrarios en una transacción comercial, cualquiera
sea la naturaleza de la transacción, en el sentido que, el primero quiere
vender su producto o servicio, y el segundo no quiere que le vendan nada, él
quiere comprar lo que necesita. La dialéctica occidental dice que, sólo la
lucha de contrarios genera el movimiento, vitalidad y transición hacia alguna
nueva situación. El enfoque oriental, que es el que yo prefiero, dice que no
hay que enfrentar los opuestos, sino esforzarse por encontrar la armonía entre
los dos aspectos. Esa armonía sólo se logra haciendo un cruzamiento, no
enfrentamiento, de los dos opuestos; el cruzamiento se da justo en el punto que
ambos tienen en común: la necesidad del cliente y el beneficio que la
satisface.
El conocimiento profundo
del mercado que se atiende, es decir, hábitos de compra y consumo del
consumidor, la oferta que hacen los competidores, la situación económica en
general; son temas esenciales que debe dominar un vendedor que está bien
informado. Y no es el conocimiento que se adquirió cuando se empezó en la labor
de ventas; ese conocimiento quizás ya no está vigente, porque el mercado ha
evolucionado. En la actividad de ventas, más que cualquier otra, la
inteligencia académica es necesaria,
pero no es suficiente; saber captar información, procesarla razonando sobre
ella, es clave. También es necesario que el vendedor haya desarrollado
inteligencia emocional; esa capacidad de comunicarse y relacionarse con los
demás, la automotivación, la empatía y el autocontrol, no pueden faltar.
¿Cómo aborda estos
asuntos del mercado el vendedor? ¿Qué ideas y enfoques tiene sobre la oferta y
la demanda? ¿Cómo se condicionan o determinan uno al otro? Dentro de este marco
de actuación comercial, el cliente y/o consumidor, no es un ente pasivo,
condiciona en gran medida la actuación o desempeño del vendedor; las
necesidades de aquel son lo primero, el punto de partida, el insumo con el que
debe trabajar el vendedor. No es lo que quiere hacer el vendedor, sino lo que
debe hacer; y, lo que debe hacer es diseñar su estrategia y proceso de ventas
partiendo de lo que debe hacer: considerar las necesidades del cliente y
plantear el beneficio que las satisfacen. La labor de ventas demanda coherencia
de nuestras ideas y creencias con nuestras actitudes; eso que crees y piensas,
eso vas a hacer.
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