Sun Tzu - Puntos fuertes y puntos débiles
El que ocupa un espacio nuevo del mercado,
encontrándose anteriormente vacío, aun no explotado, porque llegó primero,
logra ocupar la posición más fuerte. El que llega más tarde y se precipita a la
directa competencia, empieza en una posición débil. Por eso, los que son
expertos en la actividad competitiva, llegan primero siguiendo una estrategia
original y hacen que el competidor acuda después a competir ya en desventaja.
Aquellos son los que saben que, la mejor forma de competir, es no competir,
haciendo uso de un camino original, no transitado aun por nadie. El que es
capaz de atraer al competidor por su propia voluntad, lo consigue ofreciéndole
alguna ventaja. Y el que es capaz de impedir que entre el competidor en el
territorio nuevo lo hace mermando sus fuerzas.
El ejecutivo de ventas y sus vendedores, deben
hacerse, entonces, esta pregunta, ¿cuál fue el papel de nuestra empresa en este
sector y el mercado que atendemos, fuimos los primeros en ingresar o llegamos
después? La respuesta a la pregunta anterior, es importante porque estaría, en
parte, explicando nuestra posición de líder actual, obtenida desde el comienzo
y aun mantenida, o perdida por malas decisiones que supo aprovechar la
competencia; o si ingresamos cuando ya había un líder indiscutible y, hasta
ahora no hemos sabido diseñar y aplicar una estrategia para conseguir el
liderazgo. Sea una u otra la situación, explica que hasta hoy, no hemos sabido
utilizar favorablemente nuestros puntos fuertes y neutralizar nuestros puntos
débiles. Las actividades de un líder son muy distintas a las de un seguidor.
Si nuestra empresa siempre se mantiene en
condiciones de incluir una o más ventajas competitivas en su estrategia
original, si practica la mejora continua y/o la innovación comercial, el
competidor no podrá superarnos. Definitivamente, para lograr este estado, la
empresa necesita de contar siempre con ejecutivos comerciales y vendedores en
permanente aprendizaje y naturalmente creativos. Es muy difícil e improbable
que un competidor se atreva a imitar nuestra ventaja competitiva; con imitar al
líder no se consigue nunca superar al líder; en todo caso, se esmeraría en
crear la suya, lo cual demanda considerable tiempo. Aquí, el ejecutivo
comercial debe tener en claro dos cosas: si eres líder, la mejora continua es
buena práctica; si eres segundo, necesitas urgente la innovación.
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