Todos somos vendedores


 

¿Son vendedores sólo algunos privilegiados que tienen ese “don”? ¿La venta es "nacida", como dicen algunos? Primero, tenemos que derrumbar ese prejuicio de que sólo algunos tienen ese don. Segundo, que no sólo es nacida en algunos privilegiados, es "nacida" en todos los seres humanos. Desde bebés se pone de manifiesto la capacidad vendedora que, por alguna razón, vamos perdiendo en la medida que avanzamos en edad.

¿Sólo se venden productos y servicios y, como integrantes de una empresa? No, también se venden ideas, sentimientos, sugerencias, propuestas, alternativas, proyectos, temores, esperanzas, que pueden ser verdaderos o falsos. Entonces, todos somos vendedores, vendemos en todo momento, en todo lugar, en cada una de las actividades que ejecutamos a diario; lo que ocurre es que lo hacemos sin tener conciencia de lo que estamos vendiendo.

¿Se acuerdan cuando enamoraban y querían ser aceptados por la mujer que les gustaba, y que hoy de repente es su adorable esposa, madre de sus hijos? Se bañaban, se acicalaban, se perfumaban; elegían un buen sitio donde llevarla a tomar un lonche o a cenar. ¿Qué estaban haciendo? ¡Se estaban vendiendo! Algunos, haciendo uso de su propio ego, seguro la trabajaron a la novia al temor y la presión, de repente le dijeron: “si no me aceptas, no sabes lo que te pierdes”. ¿Estoy mintiendo o fueron así las cosas?

Otra pregunta clave, ¿ser vendedor profesional es nacido? No. Otra cosa es ser vendedor profesional. Ser vendedor profesional, eso sí no es nacido, eso es aprendido, cultivado, con dedicación y esfuerzo, como se hace con cualquier otra profesión u oficio que ustedes elijan. Vendedor Profesional, significa vender de forma consciente, racional y sistemáticamente, de manera emocionalmente madura. ¿Cómo lo hicieron con su esposa? Se pusieron a pensar seriamente, elaboraron un plan; nada fue casual, ¿verdad? ¿Por qué en otro tipo de venta que hacemos a diario, en nuestro hogar o en nuestra oficina, no lo hacemos igual?

Pasar de ser vendedor “nacido” a vendedor profesional es una decisión que tiene que tomar la persona que ha elegido trabajar en el campo de las ventas, haciendo uso de su libre albedrío. Si el vendedor se ha resignado a ser un vendedor “nacido”, es decir, a quedarse en la mediocridad, uno más del montón, no puede esperar obtener resultados propios de quienes venden con excelencia, porque decidieron ser profesionales. Los alemanes tienen un dicho que lo grafica muy bien: “si has decidido ser un simple burro de carga, no pretendas tener el desempeño de un caballo de carrera”.

El vendedor tiene que decidir cómo pensar las ventas, de manera empírica o de manera profesional. Si decimos “pensar”, estamos obligados a usar la razón, la reflexión, el discernimiento tanto para analizar nuestra experiencia y sus resultados, como los medios y herramientas que usamos para llevar a cabo la actividad de ventas.

El buen desempeño del vendedor no debe buscarse en lo intrínseco de sus funciones, sino en lo extrínseco, en su misión, en su capacidad de establecer, mantener y enriquecer relaciones con el grupo objetivo o segmento de mercado al cual se dirige su empresa. La contribución del vendedor a sus clientes tiene forma de: beneficios, valor, solución de problemas, satisfacción. Tú, ¿a qué tipo de personas les vendes a diario o les haces contribuciones?

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