¿Cuánta información manejas en ventas?
Anteriormente,
hablábamos de la actual necesidad de practicar la innovación en todos los
aspectos de la empresa moderna. El fenómeno de la globalización ha traído consigo
nuevas expectativas e interrogantes sobre la forma cómo hemos estado haciendo
las cosas, y la manera de cómo deberíamos hacerlas ahora. Dijimos, también, que
la actividad de ventas no escapa a las exigencias y efectos de la innovación.
La
información, el significado, la forma que le damos y el uso que hacemos de
ella, marcan de alguna manera nuestra actividad y el estilo de lograr
resultados en ventas. Todo depende de la organización que se le ha dado a la
fuerza de ventas, a partir de las funciones que debe cumplir, además de lograr
los ingresos por ventas. Definitivamente, la captación de información,
procesamiento e interpretación de la misma, debería ser parte de las
actividades diarias de los integrantes de la fuerza de ventas. Veamos cómo les
puede ayudar a los vendedores saber usar información.
Se
necesita información cuando no se tiene claridad de lo que está ocurriendo en
el mercado. Lo que está ocurriendo con nuestro bajo nivel de ventas, ¿se
debe exclusivamente a causas que no controlamos (externas), o también a no
haber echado mano de lo que si controlamos, como elaboración de estrategias
(internas)? Los cambios que se producen continuamente en las tendencias
relacionadas con los hábitos de compra y consumo, nos exigen habilidad en
captación de información.
La
mente sólo puede ver lo que está preparada para ver. ¿Hemos
elaborado una base de datos con nuestra cartera de clientes? La continua revisión
de nuestra base de datos, ¿nos permite identificar la oportunidad de
solucionarles algún problema a nuestros clientes? Si no tenemos ideas,
información y conocimientos grabados en nuestra mente sobre nuestros clientes,
será difícil que sepamos qué hacer con ellos.
Con
frecuencia hay que elegir entre distintas alternativas. Con
la información que tenemos sobre la situación particular de nuestros clientes,
¿cuántas alternativas de solución hemos sido capaces de elaborar para cada uno
de ellos? En relación a cada alternativa, ¿hemos llegado al nivel de
cuantificar para hacer un análisis costo/beneficio por cada alternativa?
Se
necesita información precisa para estar seguro de ganar una licitación, un concurso
de precios, una propuesta económica, cerrar una venta. ¿Hemos
identificado el verdadero problema del cliente? ¿Estamos brindando la correcta
solución a ese problema principal del cliente que permita que nos haga una gran
compra? ¿Hemos hecho una buena presentación o demostración de nuestra oferta?
Se
necesita información para el futuro. Para ver las consecuencias de
nuestras acciones u omisiones. También, para juzgar la gravedad del peligro; y
conocer las posibilidades futuras proporciona una buena base para la acción.
¿Qué nuevos proyectos, planes de expansión, renovación, reemplazo tienen
nuestros clientes?
A veces
es necesario saber lo que no se sabe sobre el mercado, la competencia y
nuestros clientes. La experiencia de muchas empresas grandes que, cometen errores
elementales como lanzar un nuevo producto para responderle a la competencia que
supero en cifras al nuestro, sin darse cuenta que el producto de la competencia
se dirigía a otro segmento no atendido anteriormente, nos ilustra sobre la
necesidad de esforzarnos por reconocer que hay muchas cosas que no sabemos. Identificar
con rapidez y exactitud lo que no sabemos del mercado, la competencia y
nuestros clientes, ¿por qué nos hemos descuidado de esto?
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