El rol y recursos del vendedor
Es hoy de común aceptación que el vendedor no
puede esperar que las ventas le caigan del cielo; tampoco puede esperar tener
un día de suerte; o que se le presente la virgencita; o que hoy esté
“iluminado”, etc. Cualquiera sea el tipo de venta que practique (receptiva,
repetitiva o promotora), él tiene gran parte de la responsabilidad de generar
cierres, pero rentables para su empresa: él tiene que hacer que las cosas
(ventas) ocurran.
¿Qué debe hacer el
vendedor para que las ventas ocurran? Lo primero que debe saber es que, pierde
tiempo pensar y actuar sobre lo que no tiene control; esto sólo le causará
frustración. Entonces, tiene que tomar consciencia de cuáles son las cosas
sobre las cuales él tiene absoluto control y, que nada ni nadie puede
arrebatarle esas cosas. Él controla sus ideas, creencias, sentimientos,
emociones, afectos, hábitos, habilidades, preocupaciones, conocimientos,
opiniones, decisiones.
Partiendo de las
cosas que él tiene absoluto control, el vendedor debe (condición necesaria)
definir los parámetros o elaborar el marco dentro del cual el cliente decida
(posibilidad o probabilidad) elegir con absoluta libertad, sin ningún tipo de
presión.
Lo que “debe” o
“tiene” que hacer es una condición necesaria; es prácticamente una obligación.
Si no lo hace él, ¿quién lo va a hacer, su competidor por él? El “marco dentro
del cual decidirá el cliente” posibilitará la venta, o aumentará las
probabilidades de llegar a un cierre, siempre y cuando ese marco haya sido
elaborado conteniendo las alternativas que de todas maneras satisfarán alguna
necesidad o le resolverá algún problema.
Definitivamente,
cualquier trabajador necesita recursos para hacer un buen trabajo, y el
vendedor no está exonerado de tenerlos. No importa cuántos recursos posea el
vendedor: tangibles (hardware) que prácticamente son ahora medios o equipos
tecnológicos relacionados con la información y las comunicaciones; también posee
intangibles (software) que son sus conocimientos, imaginación e inteligencia.
Si el vendedor no
sabe cómo usarlos, nunca serán suficientes para él, y andará diciendo que le
faltan recursos que la empresa no le quiere proporcionar. Por ejemplo, el
vendedor puede saber (intangible) mucho sobre ventas, por todos los cursos y
capacitaciones a los que ha asistido, pero no sabe cómo aplicarlos.
La inacción o
inaceptación que muestre sobre sus reales falencias multiplicará sus problemas
y agravará las consecuencias
para él y su empresa. Qué tan maduro es emocional y
afectivamente como para reconocer sus limitaciones y poner voluntad para
corregirlas. Todo depende de cómo maneje su “círculo de influencia”: todo lo
que él controla.
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