Cuando se abandona la estrategia de ventas
¿Vieron
el partido de fútbol, del viernes 6, entre Perú y Uruguay, por la clasificación
al Mundial de Brasil? ¿Han analizado, sin apasionamiento, el partido? ¿Dentro
de muchos factores que lo explica, han detectado el factor clave que determina
lo sucedido?
Perú,
empezó jugando muy bien, con alto volumen de ataque (como dicen los
comentaristas); creando muchas oportunidades de gol, porque sus jugadores
estaban siguiendo y practicando una estrategia que había elaborado
correctamente su entrenador. A Uruguay, más bien, se le veía desconcertado; no
se explicaban lo que estaban viendo en la cancha. Parecía que el gol para Perú
venía en cualquier momento. Se cobra el penal, regalado para Uruguay, y el
equipo peruano se descontrola, deja de ser equipo y, además, abandona la estrategia; que es lo peor
que puede hacerse en esos momentos, porque es cuando más serenidad se necesita para afrontar esa adversidad que sumaba
otros elementos en contra.
Recurriendo a la ciencia de la sociología, para explicarnos
los hechos, parece que, eso que les sucedió a los jugadores peruanos es algo
que está en nuestro ADN colectivo; apenas los acontecimientos dejan de
favorecernos, le echamos la culpa a la estrategia, al plan, a los principios, a
las normas; empezamos a pensar que, la estrategia no sirve, que mejor hacemos
las cosas como siempre las hemos hecho, así no más, sin tanta vaina (obviamente
sin mala intención). Nadie es capaz de ponerse a pensar y reconocer que, lo que
realmente está sucediendo es que, es
nuestra ejecución lo que esta mal; y, la mala ejecución
está, además, acompañada de una preocupante falta de madurez emocional que nos
hace perder el control, y nos convierte en presa fácil para caer en las trampas
que nos ponen.
De esa manera, abandonando la estrategia sin analizar la
ejecución, protegemos nuestro ego y no reconocemos el error que estamos
cometiendo. Y, persistimos en el error, porque eso nos consuela y nos es más
cómodo echarle la culpa a algo que “nos han hecho seguir o impuesto contra
nuestra voluntad”.
La vida en el mundo de la empresa nos ha enseñado que, los resultados se consiguen siguiendo una
estrategia, a través de un orden y
aplicando ciertos principios y
normas. Conceptualmente, fuera de este marco, no existen resultados.
Definitivamente, esto no es posible sin un verdadero liderazgo que logre
ejercer el ejecutivo de ventas.
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