¿Saber tomar decisiones o aprender "nuevos trucos"?
Me imagino que
ustedes habrán leído, o escuchado hablar, sobre lo ocurrido con las siguientes
empresas, negocios o marcas de fama mundial: Kodak, General Motor, Philips,
Sony Ericcson; Concorde, Remington, Panam; Blockbuster, Blackberry, MSN
Messenger. Las cuatro primeras, perdieron el liderazgo que tuvieron durante muchas
décadas; las tres siguientes, simplemente desaparecieron; y, las tres últimas,
el adelanto tecnológico las sorprendieron y las reemplazó con nuevos negocios y
productos recibidos alegremente por el público consumidor.
Es interesante
analizar lo ocurrido con estas empresas. Las cuatro primeras fueron superadas
por rivales existentes, con una estrategia y organización superiores; las tres
que desaparecieron, no supieron responder, menos adaptarse, a los cambios del
entorno competitivo; las tres últimas, fueron derrotadas por las nuevas ideas
producto de la creatividad y la innovación. El elemento común es que, ha sido consecuencia
de una oleada de cambios de proporciones inimaginables; cambios que se han dado
en lo tecnológico, demográfico, sociocultural y en los hábitos de consumo.
Podríamos también incluir los cambios políticos que, de alguna forma u otra,
han colaborado con la caída de muchos negocios y empresas.
Consultoras
empresariales de fama internacional, intelectuales, estrategas, profesionales
del management, economistas y estudiosos parecen confusos acerca de la magnitud
de los cambios actuales y su impacto. Pero, lo que no pueden dejar de aceptar
es que, estos cambios significaron fracaso para algunos, y éxito rentable para
otros. Entonces, el problema no son los cambios abruptos en sí que se generan
en el entorno, sino el pretender responder a ellos con las viejas ideas y
enfoques que antaño les dieron resultado.
Lo que a nosotros
se nos presentó como un período brillante y apasionante de innovación y súper
adelanto tecnológico, para dichas empresas fue un colapso aterrador y espantoso
del orden de cosas vigente. Con frecuencia se ve a las empresas que dominan el
mercado descuidarse y no estar atentas a captar lo nuevo que está naciendo, y
que, sin embargo, de todas maneras terminará adueñándose del futuro.
Principalmente, el personal del área comercial son quienes deberían mantenerse
siempre atentos a lo que ocurre en el mercado. ¿Y, cómo son nuestros
vendedores, en este sentido, atentos o no?
El colapso de los
fundamentos de ciertos negocios a partir de inicios de la década de los noventa
del siglo pasado, fue considerado una catástrofe horrible del orden y la
estabilidad de los negocios y, erróneamente, no fue visto como el anuncio de un
futuro distinto, acompañado con mayores exigencias de parte de los
consumidores. El asunto siempre será aprender la lección. En el área comercial,
específicamente ventas, ¿nos hemos esforzado en identificar alternativas y
mejorar nuestra capacidad para tomar decisiones?
La teoría del
conocimiento, ya ha llegado a conocer que, cuando evaluamos alternativas, somos
racionales; cuando elegimos una de ellas, somos emocionales.
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