Fidelidad e intereses
Muestra cierto
grado de inocencia el ejecutivo del área comercial que cree que los clientes
son fieles o leales, porque su empresa así lo desea, o porque lo leyeron en un
libro o porque acaban de recibir una capacitación al respecto. Los clientes no
andan preocupados por la suerte de su proveedor, sino están actuando siempre en
defensa de sus propios intereses a largo plazo. La mayoría andan cuidando de sí
mismos, de su supervivencia, mejor aún su rentabilidad. Sus conveniencias económicas
no están necesariamente ligadas a las de
nuestra empresa.
La forma de vida
elegida nos empuja a que, comercialmente, no consideremos a los demás, sino
nuestros propios intereses; existe una especie de “doble discurso” en nuestra
forma de actuar. El liberalismo económico del que nos ufanamos, nos enseña a
resaltar nuestro individualismo egoísta, a velar por nuestros propios
intereses, a practicar el “sálvese quien pueda”; eso funcionaba cuando la
oferta era menor que la demanda. Ahora, la oferta es mucho mayor que la
demanda. Entonces, nos valemos de las promociones de venta, de los descuentos y
de la extensión de los créditos, para lograr captar nuevos clientes y mantener
a los actuales. ¿Y la fidelidad dónde está, en qué consiste?
Si pensamos y
actuamos partiendo de los clientes, de sus necesidades y problemas, y nos
decidimos a darles satisfacción o solución, nos será más fácil lograr su
ansiada fidelidad; la fidelidad de los clientes, hay que cultivarla, desarrollarla.
Por las nuevas exigencias de los consumidores, nos hemos visto obligados a agregar un elemento
diferenciador a todo lo anterior: el servicio y la atención de calidad.
Recordemos que, la venta es un servicio; entonces, la forma cómo desarrollamos
esta actividad merece toda nuestra atención; así, la actividad de ventas
debería estar en manos de gente altruista, con vocación de servicio. Entonces,
en el área comercial, necesitamos desarrollar nuestra capacidad de responder
acertadamente a los nuevos requerimientos que se presentan siempre de parte de
los clientes. Y las otras áreas de la empresa deberían unificarse en torno a
estos requerimientos, para que mantenga sus clientes en el lago plazo.
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