Los cambios y las respuestas


Por sentido común, o haciendo uso del buen sentido, sabemos que debemos ir al dentista cada cierto tiempo; pero, no nos gusta ir; siempre tenemos una excusa convincente para no ir. Sabemos que, para bajar el exceso de peso pernicioso que tenemos hay que llevar un régimen de ejercicios y dieta que debe respetarse al pie de la letra, pero no lo aceptamos. ¿Por qué sabiendo, que ambas cosas son beneficiosas para nuestra salud, no las aceptamos y practicamos con normalidad sin tanta resistencia de nuestra parte? Es que ambos generan dolor o demandan esfuerzo y, el ser humano lo evita a como de lugar; además de que nos exige que abandonemos ciertas rutinas que nos hacen sentir cómodos y satisfechos.

El mismo comportamiento lo mostramos hacia el cambio. Sabemos que no debemos mantener la misma conducta ante nuevas exigencias del entorno empresarial y comercial en particular, pero no le prestamos la debida atención a la necesidad de cambiar. Buscamos por todos los medios no cambiar, seguir pensando y actuando igual que antes; esperando que los demás sean los que cambien y las cosas se comporten tal como nosotros pensamos. Como consuelo y refuerzo de nuestra conducta, buscamos, a través de una charla, capacitación o lectura de un libro, que alguien nos dé alguna receta o venga él mismo a darnos una solución a nuestro problema. El capacitador o el libro debe decirnos cómo solucionar los problemas, pero sin que yo cambie.


Los negocios siempre han tenido que enfrentarse a un mundo cambiante, pero en la actualidad el ritmo y el carácter abrupto de los cambios es nuevo para esta generación de ejecutivos de todos los niveles organizacionales. Como principal ejecutivo, o a cargo del área comercial, su trabajo consiste precisamente en enfrentar el cambio, en anticiparse, mantener la ventaja, en sostener el crecimiento, y en asegurarse que su negocio está en posición de generar los ingresos que contengan las ganancias esperadas en el corto y largo plazo. Para ello, se requiere un ejecutivo flexible, con una mentalidad bien abierta para captar información e ideas, para procesar mentalmente la complejidad, para enfrentarse a la ambigüedad, para hacerse una idea de las tendencias que surgen y, con todo ello diseñar la mejor respuesta.

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