El condicionamiento rígido en ventas
Los que de alguna
forma u otra recibieron, en el pasado, formación en el área comercial, particularmente
en ventas, son muy proclives a las “técnicas de ventas” que, principalmente,
consistían en técnicas de manipulación o de relaciones humanas, basadas en la
habilidad del vendedor, considerando al cliente como una posible víctima de su
capacidad persuasiva, y lo que nosotros los peruanos llamamos “floro”. Los
cursos de capacitación que dicto son “anti técnicas”. ¿Por qué? Porque las
técnicas se aplican a las actividades de ventas, considerándolas de manera
aislada, sin tomar en cuenta al cliente. Hoy, las técnicas del pasado no
funcionan. Se ha dejado de lado que, el cambio en las condiciones externas,
obliga a desarrollar nuevas respuestas.
Si usted tira una
bola de acero en una superficie de arena se quedará en el lugar donde cayó. Si
usted tira la misma bola de acero en una superficie lisa, la bola se desplazará
hacia los lugares donde encuentre menos resistencia; pero, se desplazará de
todas maneras. ¿Cómo es nuestro sistema de información, el personal y el de la
organización? Tanto el sistema de mercado como el sistema comercial de nuestra
empresa son activos, lo que significa que la información que se genera en el
mercado hay que organizarla en estructuras y pautas nuevas, que expresan la
aparición de un “nuevo condicionamiento”, en lugar de quedarse pasivamente
esperando que algún procesador externo, que se cree que debe ser un “Guru”, la
organice y nos lo enseñe.
Hoy sabemos como
procede nuestro cerebro cuando guardamos información en nuestra memoria, cuando
imaginamos cosas nuevas y cuando pensamos reflexivamente; se forman “conexiones
temporales” entre las neuronas, o redes nerviosas que se comportan como
sistemas activos de información que se organizan a sí mismas. Dicho en buen
romance, significa que se van formando “patrones” de pensamiento que refuerzan
nuestras antiguas ideas, o nos conducen a romper las estructuras viejas, para
darle paso a las nuevas ideas. En el actual mundo comercial, la cantidad y
velocidad de los cambios que se producen no podemos permitirnos mantener una
mente rígida, ni como “superficie de arena”. Ahora, hay que abordar los problemas
comerciales con visión de conjunto, con estrategia, siguiendo un proceso, no
con técnicas aislada.
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