Formación, preparación y entrenamiento en ventas
¿Estás bien preparado
para la labor de ventas? ¿Qué deberíamos tomar como referencia para contestar
esta pregunta? En mi experiencia como capacitador, me he dado cuenta que, lo
que más impide desempeñarse bien en ventas no es no saber lo que hay que hacer,
sino no saber cómo hacerlo de manera efectiva. Es absurdo pensar que quien trabaja
como vendedor, por más empírico que sea, no sabe qué hacer; sí lo sabe; al
menos lo intuye, porque todos a diario
vendemos algo: vendemos ideas, sentimientos, sugerencias, propuestas, etc.,
en todo momento. De modo que, de lo que se trata es de ejecutar la labor de
ventas de manera sistemática, de manera profesional, considerando la intencionalidad y la deliberación en
cada uno de nuestros actos.
Una buena
formación, preparación y entrenamiento en ventas se basa en tres componentes
clave: los principios, los procesos y las herramientas conceptuales. Los principios, algo elemental en lo que
siempre insisto, son observaciones sólidas, fundamentales, de verdades
profundas. Los principios nunca cambian. Siempre se puede contar con la posibilidad
de aplicarlos. Los procesos, constituyen
un conjunto de actividades, estas actividades son los eslabones que conectan la
comprensión de los principios con el desempeño personal del vendedor; según el
proceso que sigas obtendrás resultados. Las
herramientas conceptuales, son herramientas del management que deben y
pueden utilizarse porque constituyen una excelente ayuda, cuando se adecúan a
la actividad comercial.
Definitivamente,
hay otros temas y disciplinas que necesariamente deben acompañar una buena
formación en ventas. Si bien es cierto la labor comercial y la de ventas en
particular, son labores especializadas, uno no debe quedarse enmarcado dentro
de los conocimientos especializados de la labor de ventas. Peter Drucker dice
al respecto que, si los especialistas expertos en ciertas áreas se han
preocupado por conocer en qué consisten las especialidades que son afines a la
suya, o le son complementarias, mucho mejor. Cuanto más cultura, mayor cantidad
de alternativas podemos llegar a crear y, alternativas no siempre lógicas, sino
del tipo que justamente van contra corriente, porque contemplan caminos aún no
transitados por nadie hasta ahora; permite la originalidad necesaria en esta
área.
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