Gestión de Ventas y Trabajo en Equipo
En muchos negocios
actuales, las empresas se han esmerado en lograr que sus ejecutivos de ventas
se capaciten constantemente, para que desarrollen habilidades hacia el trabajo
en equipo, en vez del individual que sólo se limita a la picardía natural, la
viveza criolla, el empirismo intuitivo etc.), organizando sus actividades de
ventas en torno a la información, el conocimiento y el servicio. Intentan
descubrir todas las oportunidades posibles en el mercado, y explotarlas
anticipándose a sus competidores con un persistente trabajo en equipo. Para
practicar este nuevo enfoque se tiene que contar, necesariamente, con
vendedores que sepan convertir sus conocimientos, inteligencia e imaginación en
resultados, haciendo uso de sus habilidades sociales.
Muchas empresas aún
van a contracorriente. Se vende basándose en la picardía individual, de manera
lenta y sin efectividad, donde la organización y gestión de cartera no es una práctica
cotidiana; acostumbran usar un sistema de ventas que se sustenta en el precio
con descuento, en la presión, en la técnica de ventas, en vez de hacerlo basado
en la identificación de la necesidad-problema del cliente, en el servicio de
asesoría para satisfacerla-resolverlo; actúan sobre la persona tratándola como
víctima, en vez de en el beneficio que requiere, entregándole espacio al
competidor que tiene menor estructura de costos, mayor margen de ganancia, que
está en mejor situación para ofrecer una atención y servicio con calidad, como
un valor agregado para sus clientes.
Muchos ejecutivos de
ventas son reacios a capacitarse, viven de espaldas a las nuevas realidades y
exigencias del mercado; no se hacen problemas y prefieren entregarle libertad
al vendedor, en lugar de adquirir nuevos conocimientos para organizar al equipo
de manera que multiplique su fuerza y su capacidad. Todavía muchos encargados
de capacitación, nacionales y extranjeros, nos venden esta “pomada milagrosa”:
la de las técnicas de venta, que se basa en la habilidad individual del
vendedor, dejando de lado las necesidades del cliente. El equipo de ventas que
está siendo dirigido por un ejecutivo líder, y no por un jefe, actúa como un
verdadero equipo; tiene muy claro que, el equipo debe potenciar las
individualidades, lográndolo con orientación, guía y apoyo.
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