Paradojas del mercado y las ventas

Parece que, no hay nadie que, alguna vez, no se haya preguntado, ¿qué es el mundo? Y, también, ¿qué es la vida? Para mí, el mundo es un lugar de adiestramiento, donde tenemos que pulirnos, perfeccionarnos como personas y profesionales. La vida, es la oportunidad que Dios nos ha dado para llevar a cabo ese adiestramiento. Reemplacemos mundo por mercado, y vida por ventas.  Debemos aprender y tomar en cuenta tres recomendaciones:

Cuando, como ejecutivo, visite la oficina de un colega, sea de finanzas, producción u otra, hágalo con el sentimiento de contribuir, de conceder, de dar algo que le facilite el trabajo a su colega. De igual manera, si un vendedor o usted visita a un cliente, debe hacerlo con el sentimiento de ayudarlo a comprar, no de venderle; porque los clientes quieren comprar, no que les vendan. Ellos conocen sus problemas mejor que usted y que cualquier vendedor; por eso ellos quieren elegir, tomar una decisión, no que les impongan. Entonces, dele alternativas.

En cualquier empresa en la que trabajes, ya sea como ejecutivo de marketing o de ventas, o si eres vendedor y te encuentras trabajando en el mercado, siempre tendrás que hacer frente a dos situaciones: 1) de la que tienes que detectar y aprender algo para seguir creciendo y, 2) la que debes desechar y no imitar para no estancarte, peor degradarte; tú decides, tú eliges. La venta, con mayor razón, es una actividad que le exige al ejecutivo o al vendedor saber que siempre tendrá que elegir entre lo que lo acerca o lo aleja de conseguir sus objetivos.

En todo mercado siempre vas a encontrar un público que aceptará tu oferta y un público que va a rechazarla; ambas van a servir para pulirte, perfeccionarte, como persona y profesional. De ambos tienes que aprender, porque te están indicando algo que estás haciendo bien, y algo que no conoces del prospecto que tienes delante. Esta experiencia es más común en la venta promotora, cuando visitas a alguien que no espera tu visita. Los no clientes de nuestro producto siempre son un gran porcentaje del mercado. ¿Sabes por qué?