Sun Tzu - Energía
En términos generales, mandar a muchas personas es
como mandar a unas pocas. Es un asunto de organización. Deben recordar ustedes
ese pasaje de la película, Los Diez Mandamientos, cuando Jetro, el suegro de
Moisés lo visita en plena travesía del desierto, y mientras lo esperaba para
conversar con él, se da cuenta que hablaba con muchas personas, una a una.
Jetro le dice si estaba loco, de esa manera nunca iba dirigir bien a su gente.
Moisés le contesta que, es la única manera de atender a cada uno a resolver sus
problemas. A lo que Jetro le contesta que, nombre a diez personas confiables y
que le teman a Dios; éstos a su vez que nombren diez debajo de ellos, y así
sucesivamente, hasta que todos estén debajo de alguien que los dirija, oriente
y supervise.
Jetro fue el primer organizador del mundo; concibió
las jerarquías necesarias que deben existir para dirigir gente de manera eficaz
y efectiva; dejó entrever lo que hoy conocemos como responsabilidad y
autoridad. Apliquemos estos principios a la actividad de ventas. Para dirigir
un equipo de ventas numeroso hay que confiar, en primer lugar, las tareas a un
gerente de ventas y éste a jefes, y éstos a supervisores; a cada nivel de la
jerarquía hay que darle autoridad para que logre lo que se exige de él. Como
ven, la responsabilidad no se delega, sólo la autoridad. Pero, el gerente, jefe
y supervisores son responsable administrativos y los vendedores, responsables
operativos. Luego hay que asignar los vendedores que tendrá a su cargo cada
supervisor.
Cualquiera sea el tamaño de la fuerza de ventas, se
podrá organizar de tal manera que, el gerente de ventas y cada uno de sus
subalternos tenga a su cargo una cantidad manejable de personas. ¿Cuánto es una
cantidad manejable? Si tiene vendedores poco preparados, empíricos que no saben
tomar decisiones, no tenga más de seis; pero, si tiene vendedores bien
preparados, con mucha capacidad y competencias, podrá tener a su cargo, quizás,
hasta quince veces la cantidad de los que no son preparados. Y mandar a muchos
de ellos es como mandar a unos pocos, es cuestión de orden, organización y disciplina.
De esta manera, lo que se logra, a través de la organización, es multiplicar la
fuerza, la energía de un equipo de ventas.
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