El enfoque del ejecutivo de ventas
¿Cuáles son las ideas que le
vienen a la mente cuando se dispone a darle forma a cierto emprendimiento? Si
usted es ejecutivo de ventas, ¿cuál es el origen de su emprendimiento? Muchos
ejecutivos de ventas aún mantienen esa trasnochada idea de que, la inspiración
es la mejor manera de iniciar acciones comerciales; consideran que, en un
momento de “iluminación” les vienen las buenas ideas que conducirán
inevitablemente al éxito a su equipo de ventas. De seguro, le agregan a esa
idea otra que han escuchado o leído en un libro de autoayuda, que dice: “el
éxito consiste en 5% de inspiración y 95% de transpiración.” Claro, no basta
desear, hay que hacer algo.
El filósofo Kant, a modo de
recomendación, decía que, no se debe hacer
algo, no se debe iniciar ningún proyecto o emprendimiento si es que no se ha planificado con anterioridad, todas las
actividades que tienen que ejecutarse para lograr los resultados esperados. No
se debe planificar sin antes haber realizado un diagnóstico objetivo, tanto de capacidades y recursos internos, como
uno externo, que revele oportunidades de negocio y amenazas que restrinjan el
desempeño. No se puede hacer un buen diagnóstico si no se parte de una idea clara de los fenómenos que se va a
diagnosticar, es decir, se debe partir de una “teoría comercial”, de una
hipótesis.
Peter Drucker, el padre de la
gerencia, también opinaba lo mismo; él decía que, los hechos no son nada si no
tenemos una idea sobre los fenómenos a estudiar. La ciencia le llama a eso
partir de una hipótesis de trabajo, una supuesta respuesta a la pregunta que
nos conduce a la investigación. ¿Quién es el que debería concebir esa idea o
hipótesis? Definitivamente, el ejecutivo de ventas; entonces, aquí radica la
importancia de conocer en profundidad al ejecutivo a cargo, o al ejecutivo que
vamos a darle el cargo. Si el ejecutivo de ventas sabe contestarse estas dos
preguntas: ¿Qué soy? Y, ¿En qué estoy?, podremos saber de él, en qué podrá
estar en el mediano y largo plazo.
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