De la estrategia empresarial al plan de ventas
La experiencia nos ha enseñado que, las mejores decisiones se toman
cuando se mira más allá de nuestro entorno inmediato de actividad, visualizando
la totalidad de la organización y contemplando el posible impacto de nuestras
acciones sobre la empresa. Para esto se requiere desarrollar una visión de
conjunto y ver el éxito con una perspicacia sistémica, es decir, un marco de
referencia en el cual se tomen en consideración las necesidades de todos los
interesados como partes constitutivas de un todo empresarial más grande. En tal
sentido, es necesario conocer de dónde procede la planeación de las actividades
de ventas, el proceso que se sigue, desde el origen. El procesos es:
·
El
Plan Estratégico. En este nivel superior, se empieza con la definición del
negocio y la misión de la empresa, y la elección de la oportunidad descubierta.
·
El
Plan de Marketing. Se desprende de la etapa anterior, reconociendo que existe
una demanda adecuada que la empresa está en capacidad de captar.
·
El
Plan de Ventas. Se reconoce que la empresa puede identificar a cada uno de los
clientes que integra la demanda, y planificar las actividades y tareas que
tiene que ejecutar.
·
El
Plan de Territorio. Se establecen las unidades de control, ya sean estos zonas,
territorios o distritos, escenarios de operación.
·
El Plan
de Cuentas. Clasificación ABC de las cuentas o cartera de clientes, y los
detalles de su gestión.
·
El
Plan de Visitas. A nivel de cada vendedor, se establecen las frecuencias de
visitas y el propósito de cada una de ellas.
En los subsiguientes artículos semanales abordaré, escuetamente, en qué
consiste cada uno de los seis niveles de planeación, desde el Plan Estratégico
hasta el Plan de Visitas, que aquí se muestran.
El propósito es entender y comprender que todo plan es parte de una
planificación mayor, a la que debe estar subordinado, y que es necesario
conocer la lógica y el proceso secuencial que se ha seguido para entender el
porqué de lo que debemos hacer.
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