Enfoque y perspectiva en la actividad de ventas
A estas alturas de lo que estoy escribiendo, debo repetir algo que vengo diciendo desde el inicio de este blog, que fue a finales de octubre del 2007: no busquen el “interruptor automático del éxito”, porque no existe. En la actividad de ventas, no hay nada que se pueda lograr tan fácilmente como comprar analgésico en una farmacia; no hay nada que hará que tus ventas se incrementen en un abrir y cerrar de ojos o, de la mañana a la tarde. No hay trucos ni fórmula mágicas para lograrlo; si alguien les dice que sí, no es para creerlo. Para lograr el éxito en la actividad de ventas, sólo hay un camino que no se puede dejar de transitar: el esfuerzo. Prepárense para afrontar los nuevos retos del 2025; el futuro de la actividad de ventas no se parecerá en nada al presente ni al pasado “glorioso”.
Se trata realmente de un proceso de aprendizaje, no de esperar que nos enseñen, que incluye desaprender las ideas antiguas y aprender las nuevas que hoy están a disposición. Ciertas personas practicarán los principios recién aprendidos, otras no. Algunas personas lo harán mañana mismo, otras lo harán dentro de un año o más. Lo crítico que debes saber de este proceso de aprendizaje en la actividad de ventas es que, procrastinar siempre jugará en tu contra. Piensa en los atletas, corredores de cien metros planos; se preparan todo un año para ganar centésimas de segundo. El esfuerzo es inevitable. Peter Drucker dice que: “lamentablemente, nada se puede enseñar; pero, afortunadamente, todo lo podemos aprender, si queremos realmente hacerlo”.
Pondré un ejemplo que
experimentamos diariamente: si tú tienes alguna necesidad fisiológica de ir al
baño, nadie podrá hacerlo por ti; en caso que estés algo débil, lo máximo que
puede hacer otra persona es ponerte el hombro para que te sirva de apoyo, nada
más. Igual sucede con el aprendizaje de cualquier disciplina, incluida la
actividad de ventas: nadie puede hacerlo por nosotros. Para el siguiente año,
tenemos que desaprender y volver a aprender herramientas conceptuales y teorías
nuevas, descubrir nuevos enfoques, mirar el mercado desde otra perspectiva.
Einstein nos ha enseñado que, para resolver un problema tenemos que ponernos en
un plano superior al que dio origen al problema; quedarse en el mismo plano es
perderse en el bosque.
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