Arte y ciencia de vender
¿Por qué la venta es considerada arte y,
también ciencia? En términos generales, podemos afirmar que, es arte porque
requiere de hacer un buen uso de la imaginación, para resolver los diversos problemas
que se les presenta siempre, en las distintas situaciones en la que hace su
trabajo el vendedor.
La venta, es considerada ciencia porque,
exige adquirir una serie de conocimientos, dentro de los cuales se encuentra
los principios y fundamentos de las ventas, que le otorgan guía en su práctica
diaria al vendedor. Hacer labor de ventas sin conocer los principios que la rigen, nos mantiene en la mediocridad.
Conocer los principios y fundamentos le
permite al vendedor comprender la forma limitada en la que podría estar
operando, que expresa su forma empírica de trabajar y, además, entender los cambios
necesarios que se deben hacer, para obtener resultados superiores a los
actuales.
Los principios son parte del conocimiento;
cuanto más conocimiento aplique un vendedor en su labor diaria, más productivo
será: obtendrá resultados de mayor rendimiento, muy por encima de los que
obtienen los demás vendedores.
¿Cómo puede incrementar su productividad un
vendedor? Hasta hace poco, muchas empresas se dedicaban a darle capacitación
basada en “técnicas de ventas” que, estaban centradas en los atributos del
producto. Hoy, sabemos que, antes de examinar las técnicas de ventas, es
necesario comprender primero el proceso
de ventas que sigue el vendedor para obtener resultados.
Aún se mantiene el paradigma de que, la labor
de ventas tiene su propia mística y es ajena a todo análisis, por ende, que no
se puede llevar a cabo de manera sistemática y racional. Quizás esto se debe al
hecho común de seguir encontrando ejecutivos de ventas que les dicen a sus
vendedores que tienen que “inspirarse bien” durante la entrevista de ventas.
Aunque las ventas aparentan no tener ningún
parecido con otra actividad comercial, es posible definir y descubrir ciertas
características comunes a todas las situaciones de ventas. Por tanto, es
posible describir las competencias que necesitan tener o desarrollar una
persona para desempeñarse como vendedor profesional. Por ejemplo, las
competencias que necesita un vendedor de abarrotes, son diferentes a las que se
requiere en un vendedor de productos industriales o bienes intangibles como los
seguros.
Vender no es una vocación de acumulación cuantitativa en la que
el individuo comienza en un nivel básico de trabajo y automáticamente supera
etapas hasta llegar a actividades de ventas más complejas y de distinto tipo.
Aunque parezca mentira, muchos de los trabajos de ventas más difíciles son los
más fáciles de conseguir. Pero también en estos trabajos han enterrado su
carrera miles de vendedores.
La mayoría de los trabajos de ventas son una
combinación de una o más competencias exigidas en distintos tipos de esta
labor. Sin embargo, al examinar más en detalle los diferentes sistemas de
ventas (promotora, receptiva y horizontal) se manifiesta una diferencia
importante que es necesario tener en cuenta al considerar la capacitación que
determinado tipo de vendedor requiere:¿cuánta planificación y control de las
actividades exige cada sistema de ventas? Eso lo tiene que tener claro el
vendedor.
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