El plan de territorio deriva del plan de ventas
"Si en carrera lo tienes todo bajo control, es que no
vas al límite"
Ayrton
Senna
Cuentan que, cuando Napoleón Bonaparte se disponía
a hacerle la guerra a un país, cogía un mapa de Europa, ubicaba exactamente al
país, identificaba rápidamente los accidentes geográficos, montañas y colinas,
cimas y simas, bosques y desiertos, lagos y ríos, y recién determinaba en qué
lugar libraría la batalla y la posición que ocuparía, llegando primero al
futuro teatro de operaciones. También identificaba países limítrofes que
podrían ir en auxilio del país invadido. Es decir, Napoleón, todo lo estudiaba
y planificaba, estableciendo elementos que le servían de control de sus
actividades. Lo mismo hay que hacer en ventas: establecer unidades de control.
Antes de enviar a su fuerza de ventas al “teatro de
operaciones”, al mercado, existentes en cada territorio, el ejecutivo tiene que
hacer un estudio mínimo necesario, que le permita guiar y orientar de la mejor
manera a sus vendedores. En cada territorio, operaran algunos competidores, con
determinados productos y servicios, que han elegido a ciertos clientes, que
podrían ser mayoristas, minoristas o clientes directos, como empresas y
organizaciones. Estos datos propios de cada territorio, le permiten planificar
las actividades, organizar y controlar la fuerza de ventas por unidades de control
establecidas: regiones, zonas, distritos; productos y clientes.
¿Cuál es el proceso que se debería seguir, para establecer
los controles que nos permitan decir que “tenemos todo bajo control” y hacer
los cambios que nos conduzcan al logro de los objetivos? Lo primero es,
analizar y cuantificar el Mercado Potencial Total. Segundo, ¿en cuántas áreas
geográficas se encuentra repartido este mercado potencial total? Tercero,
elaborar pronósticos en base a la data pasada y predicciones considerando que
el sistema de causas que operarán en el futuro, serán distintas a las que
operaron en el pasado. Cuarto, asignar a los vendedores a unidades de control,
considerando las capacidades del vendedor versus las oportunidades del
territorio. Parafraseando a Ayrton Senna: si en ventas, tienes todo bajo
control, es que no vas al límite; todavía tienes por dar mucho más.
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